En verano, las carpas disminuyen su actividad y todo el ecosistema se ralentiza. Lo mejor en estos días es un cambio drástico meteorológico, como una tormenta, movimiento del viento, lluvia, etc. Todo esto produce que la actividad aumente, ya que el agua se mueve, se oxigena y se llena de comida para nuestras amigas.
A mediodía, cuando más calor hace, se quedan en sitios muy profundos, en el agua mas fría y en las horas de menos calor se acercan mas a la orilla para comer. Allí es donde tenemos que buscarlas.
Otro factor negativo de esta época del año es un enemigo, el cangrejo.
Este animal se alimenta de todo lo que ve, claro esta, nuestros cebos también. Aquí es cuando entran en acción nuestras armas secretas. Todo pescador de carpfishing tiene que tener para estas ocasiones unos buenos artificiales, y si no, chufas. Los artificiales son imitaciones de cebos con un remojo de fuerte olor y sabor, y los cangrejos no pueden romperlos, aunque a veces se comen hasta las piedras.
La chufa, en cambio, es un alimento natural, pero inmune a los cangrejos. Aparte de su rugosa y dura textura, el sabor no les gusta demasiado a los cangrejos.
Otra opción, aunque no muy recomendable seria revestir el boilie con un material termo-reducible.
En esta época el cebado tiene que ser de cantidad media, y siempre con chufas, boilies muy duros, etc.
El uso de bolsa de pva o malla, lleva el cuidado de no remojar ni bañar el hilo con su sabor, ya que los cangrejos lo podrían romper o dañar, y fallar la ansiada picada.
Con todo esto se puede hacer una sesión de carpfishing en verano y tener un éxito casi asegurado.
Buena pesca, CRyS.
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